"Un hombre extraño que maneja los ordenadores como un experto y
hablaba de Galileo, Paracelso, incluso Averroes, como si fueran vecinos cotidianos"
(Página 11)
hablaba de Galileo, Paracelso, incluso Averroes, como si fueran vecinos cotidianos"
(Página 11)
Paracelso es el seudónimo de Theophrastus Bombastus von Hohenheim (1493 - 1541).
Médico y químico suizo. Polémico y vitriólico, Paracelso rechazó las
creencias médicas de su época afirmando que las enfermedades se debían a
agentes externos al cuerpo y que podían ser combatidas por medio de
sustancias químicas.
Paracelso obtuvo el título de médico, probablemente en la Universidad
de Viena, y viajó mucho en busca del conocimiento alquímico, en
especial en el campo de la mineralogía. Criticó con acidez la creencia
de los escolásticos, procedente de los escritos del médico griego
Galeno, de que las enfermedades se debían a un desequilibrio de los
humores o fluidos corporales, y de que podían curarse mediante sangrías y
purgas. Dado que creía que la enfermedad procede del exterior,
Paracelso creó diversos remedios minerales con los que, en su opinión,
el cuerpo podría defenderse. Identificó las características de numerosas
enfermedades, como el bocio y la sífilis, y usó ingredientes como el
azufre y el mercurio para combatirlas. Muchos de sus remedios se basaban
en la creencia de que "lo similar cura lo similar", por lo que fue un
precursor de la homeopatía. Aunque los escritos de Paracelso contenían
elementos de magia, su revuelta contra los antiguos preceptos de la
medicina liberaron el pensamiento médico, permitiéndole seguir un camino
más científico.
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